El 1 de enero se me convierte en un inevitable rincón de ausencias y vacíos que ni toda la algarabía que se produce alrededor del planeta me los llenan. Se me hace como que no estamos ahí, como que la noche del 31 de enero es un enorme hueco lleno de ruidos donde todos estaríamos, sin embargo no hay nadie.
Y ya no puedo retroceder. Ese sabor se me perdió para siempre mientras miraba detrás de lo establecido. Lo hice para saber porqué estamos haciendo las cosas y así ir reconociéndome ¿A veces no siente que anda vacía y se le quedaron las partes aparte? Pues ahí me fui y resulta que cuando encontré sus motivos, para mi ya ni sabor era sino saborizante. Al 1 de enero, como historia oficial, se lo encuentra aquí cerquita, en 1582 cuando se instituyó el Calendario Gregoriano, que fue tomando cuerpo desde el 47 n.e. con los romanos
Uy! Pero por ahí no ando yo, ni nadie, como que mucha pompa en otro hueco vacío donde todos miran de lejos lo que podría ocurrir y hacen como si fueran parte para ver si les liga un trozo o una migaja. Ni siquiera baila, menos da una vuelta junto a la banda. Y es que no gira, no se da con la vida. Se viene por decreto, en árbol hecho papel, sobre la historia tachada de los pueblos. Así no vale señor que se me niega el derecho de ser. Al 1 de enero lo envolví en su plastiquito y se lo devolví a quienes se nombraron sus providencias.
Y me fui en busca de mi año, el mío que será de muchos otros y de tantos no, que cada uno tiene derecho a tener su año como se le cante… mejor dicho, como se lo cante su entorno que ya viene decidido y está demás hacerle el juego de disfrazarlo. Tome nota que por donde busqué, así era; la mayoría tenía un año que se desplazaba junto a la naturaleza, territorial, terrícola, lunar, solar y otras esferas que nos contienen.
Diferencias encontré sobre el momento de celebrar el comienzo del año, tomando ya sea referencias de ciclos solares, lunares o solilunares. Unos para el Equinoccio de Primavera, otros para el último Cuarto, otros más para el Solsticio de Invierno. Las había también siguiendo fases lunares y hasta determinados astros y conjunciones. Había muchas, hay muchas, algunas todavía no las visito.
En todo caso, el patrón que a mí me devolvió el recuerdo era que todas estaban ligadas a los ciclos naturales. Y por ahí sí gira la vida. Por ahí sí se me giraba. Ahí me fui encontrando, como me gusta decirlo: ‘Fui Devolviéndome a Mis Ciclos Naturales
Ahí sí me encontré; con partecitas mías, con mi año, con mi primer día del año y finalmente logré reconstruir mi Rueda de la Vida del Ciclo Solar y hasta pude compartirla, siendo ahora parte fundamental de Los Bosques.
Claro que la historia de mi búsqueda es mucho más larga, estos sólo mis atajos expresivos. Y ahora, de vuelta a mis ruedas, donde puedo seguir recordando las historias olvidadas de los pueblos, sí, historias, pueblos, pluralizando nuestra diversidad.
Y sucediendo esto mientras atravesamos Tiempos de Trastoque y esas historias olvidadas, y esos pueblos se están restituyendo hasta recuperar vidas, todavía veo largos caminos por recorrer, ya que una vez que recordemos nuestras ruedas, todavía tendremos que recordar cómo ajustarnos a ellas en Tiempos de Trastoque, y recordar quiénes somos siempre y quiénes estamos siendo durante los cambios, como historias sin fin…
En algún lugar nos encontraremos girando en una rueda. O quizás me lleve a su rueda o a cualquier rueda. Puede ser que sólo nos sentemos a mirar cómo las ruedas nos ajustan silenciosamente… como siempre.
Hasta entonces, aquí una rueda para compartir donde año, ciclo, giro, naturaleza, legados, historias olvidadas, conocimientos, pueblos y la vida todavía están girando. La opción habla de la simplicidad de la vida y así y todo emanando sus secretos más profundos dichos sin palabras sobre piedra… ojalá pueda girar con ella.
El lugar es Cuevas Pintadas de Burro Flats en Valle Simi, California de los pueblos Chumash (aquí el link en Wikipedia en inglés, no encontré en castellano) ; la imagen pertenece a Slides of Burro Flats by Clive Ruggles, University of Leicester y aquí tiene parte del libro que me trajo esa historia olvidada (inglés)
Envie una rueda y giremos!
2 replies on “Mi Año Nuevo, Ruedas, Pueblos e Historias Olvidadas”
[…] This post was mentioned on Twitter by Jose J Castillo, Hal Brown. Hal Brown said: RT @Xeduarda My New Year, Wheels, Peoples and Forgotten Histories http://bit.ly/6QfKux visit a Native American wheel […]
Se aprende tanto visitando Los Bosques, gracias por los soplos de vida que nos transmites cada vez que se abre el portal.