Lea sintiendo que no pensando
Ciclo 10 | Vuelo 9 | Día Solar: 164 | Día Lunar: 29 | Gregoriano: 30/XI/2013
Saludos. Este vuelo cambió tres veces antes de llegar recibiendo las vibraciones mutables del periodo que inaugura el nuevo mes lunar este 3 de diciembre a las 00:22 GMT (BOL 2 Dic 20:22). Ver fases lunares en la columna izquierda.
El Desencadenante Tridimensional de la última Luna Llena (volver a leer aquí), emanación vital e importantísima para nuestras líneas de tiempo y dimensiones, que nos dio el rol de cajas de resonancia e inundamos hasta los más ínfimos espacios de energías aceleradas y con vida propia que nos pusieron ante un inicio donde todo es posible y volver a empezar es la única parte de la realidad que nos queda clara.
Nos atravesaron, colmaron y emitimos vibraciones tridimensionales tan versátiles que son tres cosas a la vez y que están cambiando de forma permanentemente.
Energías que son mutables, volátiles, variables, volubles, cambiantes, convertibles, canjeables, modificables, alterables, transformables, versátiles… y por lo tanto cualquier intento
de aferrarse a una de ellas es como atrapar el agua que pasa por las manos.
Intensifican esto las interacciones de los gigantes solares (heliocéntricamente) que en pares introducen el Tensor Equilibrante: Júpiter con Neptuno, Marte con Neptuno, Mercurio con Urano, Saturno con Venus.
Cualquier energía fluyendo, en cualquier dirección que vaya, se topará con la fuerza de los tensores interactuando desde los nodos y tornando mutable la energía que cambia de forma cada vez que pasa por ellos.
Imagine que estos nodos están en las anillas de un resorte que recibe constantemente una fuerza que luego de moverse vuelve a su posición inicial.
Ese resorte es la espiral que habitamos y atraviesa las realidades donde las energías están en constante cambio y cambiando sus formas a la vez con la presión o tensión de los nodos.
La Tierra no es parte del Tensor Equilibrante, sino más bien la energía que corre de un nodo a otro (recuerde que tanto este planeta como nosotros fuimos en el anterior mes lunar cajas de resonancia desencadenando las energías). Somos la energía mutable.
En la cotidianeidad vivimos esta Mutabilidad con nuestras realidades en constante cambio, transformándose tres veces en un solo día y abriendo una infinitud de posibilidades para nuevos comienzos. Como el ‘Cometa ISON’, observe en este enlace su transformación luego de aproximarse al Sol.
En el exterior, notaremos la Mutabilidad en las reglas que cambian abruptamente. Lo que era válido hasta ayer, ahora se ha transformado en más de tres opciones; lo que pretendió regular por los siglos de los siglos se diluye; los modelos vigentes están obsoletos y todavía no encuentran alternativa.
Está presente también en las luchas de poder por las supremacías que desde el 21 de agosto vemos desfilar (interacciones de Urano, Plutón, Júpiter). Los ‘poderosos’ no están pudiendo asegurar su supremacía y continúan disputándose espacios, realizan movidas incoherentes, cambian de discurso constantemente aunque tengan que utilizar lo que supuestamente era contrario a ellos, emergen alianzas insólitas, se nublan los límites entre opuestos…
Lo más notorio mientras navegamos la Mutabilidad es que nada de lo que hagan perdura en el tiempo, a veces no durará ni un día que al siguiente tienen que cambiar de rumbo debido al constante cambio en las formas. Se les diluye la acumulación y la fluidez no les alcanza para seguir siendo poder.
Desde la Tierra (geocéntricamente), donde nada es lo que parece, tendremos la sensación que el barco se inclina más de 180º, que lo perdemos todo, que los vientos están en contra… la clave está en la sensación que no es una realidad.
Es consecuencia de la Mutabilidad que lo cambia todo constantemente e introduce demasiada volatilidad. Ya no encontramos la seguridad que nos daba la familiaridad del entorno, se nos pierde esa aparente estabilidad que vivíamos y cuando estamos intentando ver en qué consiste la forma que adopta la realidad, vuelve a cambiarse.
La clave: fluir con la navegación espacial, no siendo el contexto sino adaptándonos a lo que se encuentra en el camino (cambiando de forma pero no de fondo) sin quedarnos en ningún lugar. Adoptando las propiedades de los nodos, como las de Mercurio que se anticipa a las realidades sembrando el futuro con sus mensajes, veloz y versátil.
La Luna Nueva que venía infinitamente revitalizada está desafiante , aunque en un aliento de mutabilidad estará hilarante al darse cuenta que ahora sí puede lograr lo que tanto esperó.
La constante Mutabilidad que viene con esta Luna Nueva no solamente continúa la inmensidad expansiva de los Umbrales de la Infinitud, al mismo tiempo está acelerando las líneas de tiempo en el campo del Tensor Equilibrante y preparándolas para pasar a la próxima fase solar (solsticio de diciembre) donde pasarán a desplegarse de manera independiente.
¡Que el cambio de formas le devuelva su versatilidad!
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