Volamos con las mareas en tríadas, es decir, la vida procreándose y dejando señales para seguirla.
Eclipses en curso: en los escenarios de la realidad un eclipse centraliza y el otro descentraliza, uno concentra y el otro fragmenta, las fuerzas centrífugas y centrípetas en acción que ponen los escenarios cotidianos en franca contradicción, contraposición, contrariedad (ver última Luna Nueva).
La primera tríada, la misma Luna Llena con Eclipse Lunar y el giro en la Rueda de la Vida: las mareas señalan por dónde ir, el eclipse nos dice cómo (irradiando) y el Cuarto cuál potencia nos alimentará (corpúsculos sustanciales que trascienden).
Las mareas lunares activarán tríadas triples triplicándose y señalarán por dónde ir.
Mareas heliocéntricas (corriente que empuja): Las experiencias renovadas de la pasada Luna Nueva se transforman en tres tríadas triplicándose que señalan las reglas para las acciones: que sea regenerando (Quirón, Venus, Mercurio), favoreciendo a todas las partes (Saturno, Marte, Venus), ante lo inevitable generando sinergias (Urano, Tierra, Mercurio).
Mareas geocéntricas (lo que veremos): Si bien las desconfiguraciones del terreno terrenal terrícola no cesaron, las revelaciones comienzan a tornarse favorables, como la triada que nos revela cómo éstas son favorables para cada quien (Luna, Neptuno, Marte), o, la posibilidad de rebelarse y confrontar con resultados nada auspiciosos (conjunción Sol-Mercurio e interacciones con Luna, Lilit, Urano).
Sensaciones: Recuerde sentir… sino seguirá arrastrando las percepciones de la última Luna Nueva: “Se verán inducidas a averiguar, a preguntar, a conocer… antes que a sentir”.
Emociones: Pasarán de silenciosamente emocionales a reaccionar impulsivamente por cualquier cosa… mantenerlas silenciosas evitarán mucho.
Volveremos pronto.