Llegamos más tarde de lo habitual con el plenilunio (19NOV 04:36TU) y el solsticio (21NOV 15:59TU) a velocidades supersónicas muy intensas.
Intensas ya eran las realidades de los eclipses en curso, ahora se incrementa potencialmente su intensidad: Realidades Decretadas (04DIC2021) que de por sí producen intensas reacciones y Fuerzas Impresionadas (19NOV2021) que son tan intensas que perduran a través del tiempo.
Y en relación a supersónicas. Estas son las velocidades de las tierras siderales que atravesamos donde la propagación es un continuo ocasionando torrentes de energía. Navegaremos sus aires hasta los primeros días de febrero, marcado en calendarios a partir de este solsticio.
Torrentes de energía que nos dejan exhaustos por la sobrecarga, pero no a nuestras ganas de alzar vuelo, menos con el espíritu festivo de la época y a esto se añade lo que nos nació con las tríadas de la última Luna Nueva (04DIC) que todavía ni lo entendimos y ya lo estamos viviendo.
Las propagaciones supersónicas son mucho más que los eventos terráqueos del momento. Propagan espacios y reinos enteros, vidas y entornos, unidades complejas naturales en su totalidad.
Seremos parte de las mareas heliocéntricas que anuncian una recomposición con energías supersónicas (interacciones de la Tierra (nosotros), Quirón, Marte, Mercurio), y, nos ocuparemos de lo nuevo que nos nació durante la Luna Nueva (interacciones de Quirón, Saturno y Venus).
En nuestras calles, las mareas geocéntricas revelarán el curso de las energías supersónicas a través de acontecimientos desplegándose a gran velocidad, que en otras circunstancias tomarían mucho más tiempo. Nos propagaremos de una a otra cosa inclusive antes de terminar de pensarlo y decidirlo (interacciones de Saturno, Urano, Sol y Luna).
En el menú principal está un torbellino de sensaciones, la sobrecarga alcanza a nuestras sensaciones. Al igual que las emociones, si las celebraciones del momento ya son de por sí una sobrecarga emocional, imagínese con el torrente de energías de las tierras siderales que atravesamos.
En todo caso, la mesura nos salvará de momentos desagradables. Y recuerde que desear alzar vuelo cuanto antes luchará contra el cuerpo exhausto por la sobrecarga energética. El cuerpo, no nosotros. Dele una pausa o varias.
Volveremos pronto.