Las mareas de la Luna Llena (14JUN 11:52TU) tendrán el sabor del agua fresca que inicia una nueva época.
Si las mareas de la pasada Luna Nueva (30MAY) nos mecieron con el arrastre articulador, esta Luna Llena traerá oleadas que nos situarán en esa nueva época (mareas heliocéntricas).
…leer sintiendo que no pensando…
Ya nació la nueva fibra generatriz de Júpiter y Neptuno (1) que sabe, huele y mira distinto, a la que nos acoplaremos actuando con aires frescos (interacciones de Urano, Marte, Tierra) y con nuevos sabores que instalan nuevos panoramas (interacciones de Plutón, Saturno y Quirón).
Veremos esos cambios instalarse alrededor nuestro, por donde vayamos y hasta en las pantallas; se respirará, pensará y mirará distinto (interacciones de Plutón con la Luna Llena y la nueva fibra generatriz, mareas geocéntricas).
Las sensaciones pasarán de intuir a instalarse en aires frescos, en el sabor de la frescura, en el frescor de lo que inicia.
Las emociones encantadas con el sabor del agua fresca buscarán compartir.
Inhalando las moléculas tridimensionales y exhalando la capacidad de acción aquí, allá y más allá simultáneamente de la travesía sideral se multiplicarán las opciones.
Las Emboscadas y Rupturas de los eclipses en curso tendrán mucha dificultad para continuar imponiendo narrativas que no saben bien, que arrastran la descomposición y despedazan las realidades propias y ajenas.
Se abrirán otros caminos y aunque no será todo una fábula, el sabor del agua fresca atraerá más.
Se inician cambios, cambiará todo; cambiar las realidades con el sabor del agua fresca para todos todavía será tarea pendiente.
Volveremos pronto.
(1) La conjunción de Júpiter y Neptuno será el 6 de junio del 2022; las intensidades de esta conjunción fluirán desde el 30 de abril hasta el 5 de julio. Esto desde la mirada heliocéntrica que desde la ventana terráquea (geocéntrica) aparentemente fue el 12 de abril.
Esta conjunción marca un nuevo ciclo entre Júpiter y Neptuno que se regenera cada 12.78 años. Los ciclos pasados: septiembre 2009, diciembre 1996, marzo 1984, mayo 1970, julio 1958. El próximo: 19 febrero 2034.
Cada conjunción de Júpiter y Neptuno nace una fibra generatriz nueva en el tejido social que trae su propio carácter, naturaleza o substancia. Energiza miradas, visiones, percepciones con sus propias peculiaridades. Revitaliza entendimientos, concepciones… otros lentes.
De aquí que muchos interpreten este ciclo como generacional, y si bien se aplica el “…tus hijos no son tus hijos…” de Gibrán, o, el “…viven en la casa del mañana que no puedes visitar ni en sueños…”, más que una cuestión de generación, alude a una fibra que no viene hecha ni está predefinida. De aquí también las etiquetas generacionales como boomers, milennials y otras, pero las etiquetas no definen sino las vivencias.
Es una fibra generatriz que se autodefinirá en sus experiencias sociales, donde la experiencia es la fuerza vital y sólo se la puede entender si se la vive en la interacción social. De aquí que las interpretaciones no sólo son generacionales, sino también sobre valores, sentimientos, creencias, actitudes, pero éstos son sólo consecuencias de lo vivido.
Por ello que la pluralidad de entendimientos, desentendimientos y malentendidos sobre historia, eventos o ‘lo que ocurrió’, ya que cada quien percibe a partir de sus experiencias, desde su propia fibra y con su propia mirada.
De esas interacciones sociales con fibra propia emerge la dinámica generatriz que va formando con lentes propios, y no sólo en el aspecto generacional, sino a través de los años que se interactúa en el tejido social.
Una fibra generatriz que con los lentes de lo que abarcan Júpiter y Neptuno se expande mucho más. El primero rigiendo las energías vitales que circulan, y el segundo, rigiendo las aguas en todos sus estados y en todo lado, incluyendo el 70% de nuestros cuerpos, su alcance incalculable se acerca a la totalidad y un poco de todo.