Trece es el número de la próxima expansión cuando la vida se afianza en forma y contenido, nacido del 4 que es el número de la vida en movimiento en mundos no vistos y de la distribución de sus fuerzas en el territorio.
El 13 Formado por el 1 que contiene todo y el 3 que es la tríada | trinidad que nace con y gobierna la vida replicada; juntos denotan que el todo continúa vivo multiplicándose. Así también lo registró Pitágoras, recordando que el 1 es Espíritu que abarca toda existencia y el 3 la consumación cuando la vida ya es en otra vida.
En el Libro de las Mutaciones (I Ching) el 13 representa la ‘Comunidad con los Hombres’ que lleva claridad adentro y fuerza hacia afuera para la cohesión pacífica, donde la vida no se alcanza marginando ni separando sino con equidad para todos.
En el Tarot, 13 es la Muerte que a partir de las religiones dominantes todavía algunos interpretan como fin de la vida, tragedia, dolor, y así se convirtió en la excusa para ponerle apellido: Trece Malasuerte.
Originalmente ni siquiera en el tarot habría sido esa la historia del arcano. Trece es el número del cambio, cuando termina un ciclo y comienza otro, transformación, renacimiento, e inclusive en una tirada de cartas, muy rara vez se refiere a la muerte de una persona.
La representación del arcano 13 de Anne Marie Ferguson en ‘Legend The Arthurian Tarot’ (imagen de la derecha) trae nombre, apellido e historia antigua, es Gwyn Ab Nudd y la Cacería Fantástica, el Señor del Cambio. (También para Aleister Crowley es el Hijo de los Grandes Transformadores).
Gwyn Ab Nudd de la mitología | historia olvidada galesa, es el gobernante del Más Allá, representa de manera mucho maś certera a la muerte como un puente de la vida a su próxima expansión, agitando los ciclos para que la vida prosiga camino.
Y en los ciclos naturales, el 13 manifiesta el pasado en el presente y juntos construyen el futuro avanzando hacia un nuevo encuentro con el pasado donde nacieron y donde otra vida espera para ser, y en el camino… serán otros números.
Ah! ¿Y la suerte? La gran secuestrada en nuestras vidas, hija desvirtuada del quehacer de Las Parcas – las Tres Damas de los Destinos – aún espera su redención cuando las supersticiones recuperen su sitial como conectoras entre los mundos vistos y novistos que habitamos.
Pero el trece es mucho más, ésta apenas una pequeña visita por sus mundos a ser completada con sus visitas si las comparte…