- Previo: Este post está relacionado al Descongelamiento, una fase natural de la Rueda de la Vida, y válido cuando ese momento del año alcanza sus territorios donde sea que se encuentre.
Cada año al acercarse el 16 de julio, día de La Paz (Bolivia) por conmemoración independentista que no fundacional (20 de octubre) se alborota la sangre y revolucionan los latidos de su gente.
Ahí nos tienen, cantándole en ya más de mil canciones que la nombran… ¡pero qué cantada es ella!, bailándola en múltiples sones, ritmos, colores; antorchas en mano desfilándola por sus calles la noche antes; actos de toda índole y para todo gusto al día siguiente; engalanadas las plazas en los barrios y en las casas, comida y bebida especial en sus honores que muchos los tiene.
Nada es de a unito, todo es de a ocho para que alcance a quienes asomen y se sigan quedando que en este hogar cabe quien entre.
Y este año, tiramos la casa por la ventana, dentro y fuera de nuestros territorios, desparramando por caminos sudamericanos que unidos a ella están hace un Bicentenario desde el Grito Libertario retumbando cuesta arriba y cuesta abajo.
Y, repitiendo el ‘y’ con la emoción desbordada porque nunca se acaba de contar todo el sabor de vida viviéndonos, y, como en los mundos no vistos también vivimos, quiero festejar también devolviéndonos a nuestros ciclos naturales con la Rueda de la Vida, y particularmente porque nuestro tan festejado 16 de julio está ligado a este momento de transformación natural poderosísimo en nuestra navegación cíclica por el espacio.
Como cada año solar de esta era, que hubieron otros, alrededor del 16 de julio en el Hemisfero Sur (16 de enero al Norte) el invierno ya ha pasado su mayor intensidad. La Naturaleza (y nosotros en ella) necesita descongelarse para dejar a la vida explayarse nuevamente. Y eso, con calor se hace para ablandar la dureza, con fuego se logra derritir paredes y fertilizarla; con el temblor del Trueno y el fuego del Rayo.
Ahí está la fuerza que impulsa desde mundos no vistos este momento del año, eso compone la vida y está en el aire, partículas, moléculas, átomos y otros que no vemos, y en los flujos por donde la vida corre, y en nosotros y en todo lo que existe.
Y en esas intensidades naturales en los mundos no vistos celebramos a la ¡Oh Linda La Paz!, siendo Trueno y Rayo.
Y así traje 16 de julio: Grito Libertario de Trueno y Rayo en ¡Oh Linda La Paz!
Y para celebrar devolviéndonos a nuestros ciclos naturales: Sincronización al Descongelamiento.
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